Cada seis meses más de lactancia, un 4% menos de riesgo cardiaco.

La lactancia materna no sólo es saludable para los bebés, sino que también puede reducir el riesgo de una madre de tener un ataque al corazón o un derrame cerebral más adelante en la vida, según revela una nueva investigación publicada en “Journal of the American Heart Association”.

Estudios previos han sugerido que las madres obtienen beneficios de salud a corto plazo de la lactancia materna, como la pérdida de peso y la reducción del colesterol, la presión arterial y los niveles de glucosa después del embarazo.

Sin embargo, los efectos a largo plazo de la lactancia materna sobre el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares en las madres no están claros.

Un nuevo estudio encontró que las mujeres que amamantaron a sus bebés tuvieron un 10% menos de riesgo de desarrollar enfermedad cardiaca o accidente cerebrovascular.

Se analizaron datos de 289.573 mujeres (edad media de 51 años) que participaron en el estudio que proporcionó información detallada sobre su historia reproductiva y otros factores de estilo de vida.

Casi todas eran madres y ninguna tenía enfermedad cardiovascular cuando se inscribieron en el estudio. Después de ocho años de seguimiento, hubo 16.671 casos de enfermedad coronaria, incluyendo ataques al corazón, y 23.983 casos de accidente cerebrovascular.

En comparación con las mujeres que nunca habían amamantado, las madres que amamantaron a sus bebés tenían un 9% menos riesgo de enfermedad cardiaca y un 8% menos riesgo de accidente cerebrovascular.

Entre las madres que amamantaron a cada uno de sus bebés durante dos años o más, el riesgo de enfermedad cardiaca fue 18% menor y el riesgo de un ataque cardiaco fue un 17% menor que entre las madres que nunca amamantaron.

Cada seis meses adicionales de lactancia materna por bebé, se vincularon con un 4% menos riesgo de enfermedad cardiaca y un 3% menos riesgo de accidente cerebrovascular. Factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular, como fumar, la tensión arterial alta, la obesidad, la diabetes y la actividad física, que podrían generar resultados sesgados.

Aunque no podemos establecer los efectos causales, los beneficios para la salud de la madre de la lactancia materna puede explicarse por un reajuste más rápido del metabolismo de la madre después del embarazo.

La gestación cambia el metabolismo de una mujer dramáticamente a medida que almacena la grasa para proporcionar la energía necesaria para el crecimiento del bebé y la lactancia materna una vez que el bebé nace.

La lactancia materna podría eliminar la grasa almacenada más rápido, se señala que las mujeres que amamantan pueden ser más propensas a participar en otros comportamientos beneficiosos de salud que disminuyen su riesgo de enfermedad cardiovascular en comparación con las mujeres que no amamantan.